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30 enero, 2023

 Iglesia de Santa María la Mayor de la Asunción de Brozas (III)

El Retablo Mayor

Cuando alguien entra por primera vez en Santa María se sorprende por la amplitud del recinto, sus columnas y sus bóvedas, sus paredes casi desnudas, pero sobre todo por el magnifico retablo que engalana su presbiterio, considerado una pieza relevante en el catálogo artístico de Extremadura.



El retablo del altar mayor se enmarca claramente en el periodo Barroco y trata de desempeñar la función devocional y didáctica para el adoctrinamiento de los fieles en la fe cristina.
 
Esta dedicado  a la Asunción de la Virgen, aunque presenta una estructura jerarquizada en el culto, de tal manera que en la parte inferior  se destina a  expositor del Santísimo; el tramo medio está ocupado por el camarín e imagen de Nuestra Señora, así como otras imágenes relacionadas directamente con la Virgen, como son su padre y su esposo, y en en nivel superior esta representada la Trinidad.


Retablo Mayor de la Iglesia de Santa María de Brozas

No se han encontrado documentos que acrediten fehacientemente en qué año se construyó y quién fue su autor. El profesor Salvador  Andrés Ordax, se lo atribuye al tallista trujillano Bartolomé Jerez. Asimismo, el profesor José Luis Vaquero Vázquez en su tesis doctoral Santa María de las Brozas, Sede religiosa de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara, hace mención a dos escritos que corroboran la opinión del Prof. Ordax. El primero de ellos, es una escritura-contrato con fecha de 20 de diciembre de 1747,  extendido por Juan Vallejo de Sande, escribano de la Villa de Brozas en el que se formaliza el compromiso en firme y  por escrito por parte de Bartolomé Jerez para realizar el retablo. Vallejo de Sande dice que: "Zertifica y doy fee en toda forma a los Sres. que al presente viesen, como ante mí D. Bartolomé Xerez, Maestro de Arquitectura y talla, vecino de la ciudad de Truxillo, residente en ésta en los diez días del mes de octubre del año passado de mill setecientos quarenta y cinco años, otorgó escriptura de obligación para hazer el retablo mayor en la iglesia de Stª María de esta villa..."

El segundo documento, con fecha de 22 de mayo de 1748, es un escrito en el que la abadesa del Real Monasterio de San Pedro de las Religiosas de la Orden militar de Alcántara de esta villa, doña Francisca Tejado y Barrantes hace saber que le han encargado al maestro trujillano un tabernáculo para el altar de dicho monasterio y en él se dice "fue resuelto en capítulo, que tuvo para esse efecto, el que se avisasse a Bartolomé de Jerez. Maestro de talla, y que avía acabado de hazer el retablo de la iglesia parroquial de ntrª señora de la Asumpción de esta villa..."

Estos documentos evidencian claramente la autoría del retablo por parte de Bartolomé Jerez, siendo su fecha de construcción entre los años 1745 y 1748. El Prof. Vaquero considera que se tardaron dos años aproximadamente en tallar, ensamblar y colocarlo en la iglesia y que su importe se elevó a 56.280 reales, incluido el dorado interior de las puertas de tabernáculo.




Está tallado en madera de pino tea, es una gran máquina al gusto  dieciochesco, que se dispone en forma de hornacina al adaptarse a la superficie curva del testero y bóveda de horno capialzada que conforman el presbiterio. 

Se compone de zócalo, banco, cuerpo principal tetrástilo (que tiene cuatro columnas en el frente) y ático.  Mide 15 metro de alto por 13 de ancho.

El zócalo es de cantería de granito con figuras geométricas, interrumpido por la puerta de acceso al camarín y la falsa del lado opuesto. Sobre él se apoya directamente el banco del retablo.


Partes del retablo: Zócalo de granito


En el banco del retablo destacan los plintos (bases de las columnas) y las repisas que van decoradas con grandes mensulones de hojarasca.


Partes del retablo: Banco


El cuerpo del retablo está compuesto por cuatro columnas de orden gigante que conforman tres calles. En la central se encuentra el camarín de la Virgen y el manifestador, y en las laterales, dos hornacinas gemelas de medio punto donde van colocadas las imágenes de San Benito y San Bernardo.


Partes del retablo: cuerpo principal

El ático cierra la parte superior del retablo adoptando la forma de cascarón rematado por el escudo de la Orden de Alcántara. En él, enmarcados por dos columnas salomónicas,  se representa la Santísima Trinidad.


                                              Partes del retablo: Ático

La madera sin policromar, posiblemente por falta de recursos económicos en el momento de su construcción, permite apreciar mejor la factura de la talla en motivos decorativos y en las esculturas.


Detalle del labrado


El retablo está divido en tres calles. En la calle central está representada la parte teológica del retablo. Si lo dividimos en tres tramos, de abajo a arriba están distribuidos de la siguiente manera:  

La parte inferior dedicado a lo eucarístico y  acoge un gran tabernáculo con puertas curvas en el manifestador (templete donde se expone el Santísimo Sacramento para la adoración de los fieles), y un Agnus Dei o cordero místico. Antiguamente también se encontraba el Sagrario.


Tabernáculo

El tabernáculo presenta planta central y se estructura a base de dos columnas y dos estípites (columnas de forma de tronco piramidal invertidas), decoradas con formas bulbosas vegetales  y cabezas de serafines.


Detalle del estípite del tabernáculo



Manifestador o expositor



Interior del manifestador con puertas doradas.



Por encima del manifestador aparece la figura del Cordero Místico que representa a Jesucristo.


Agnus Dei situado en la parte superior del tabernáculo


El siguiente tramo está dedicado a lo mariológico. En él, el camarín se abre al retablo por medio de un arco de medio punto, decorado por densa y apretada composición de nubes y cabezas de querubines. Sobre el arco se elevan rayos dispuestos en forma de mitra, y por encima, en la cornisa del entablamento dos ángeles portan la corona de la Virgen.

Tramo mariológico: camarín de la Virgen



Rayos, nubes y querubines.
Un de ellos, parece asomarse con el fin de contemplar a la Virgen.



Ángeles portadores de la corona de la Virgen. Sobre la corona un jarrón de azucenas, símbolo de la Virgen María.


La figura principal del retablo está dedicada a la Virgen María, representada por la imagen de Nuestra Señora del Socorro, venerada bajo la advocación del Amparo. Magnifica escultura del siglo XVIII atribuida al escultor Luis Salvador Carmona.
La Virgen de pie sostiene al Niño en su brazo izquierdo y en su mano derecha empuña un dardo con el que somete al diablo-dragón que está a sus pies. En un próximo post os contaré con más detalles las características y la historia de esta imagen. 


Nuestra Señora del Socorro o Virgen del Amparo



El tramo superior  está dedicado a lo trinitario. En el ático va una magnifica representación de la Gloria con las tres personas de la Santísima Trinidad. 


Santísima Trinidad


En el lado derecho aparece la figura de Dios Padre, representado en posición sedente, con larga barba y bendiciendo con su mano derecha. Porta un cetro en la mano izquierda como símbolo de poder.  


Dios Padre

A su diestra se encuentra la figura que representa a Dios Hijo, sentado sobre una nube y con una cruz de madera como símbolo de la redención de la humanidad.


Dios Hijo


En el centro, entre las figuras del Padre y el Hijo, se halla el Espíritu Santo en forma de paloma con las alas desplegadas. A partir de ésta, se expanden rayos en todas las direcciones, a los que se superponen representaciones de nubes y de serafines. 


Espíritu Santo

Conjunto escultórico de la Santísima Trinidad


Flanqueando las columnas salomónicas existen dos imágenes de talla,  doncellas, con la cabeza descubierta, vestidas con túnica y manto. Según José María Torres Pérez estas esculturas "pueden representar a  vírgenes mártires romanas: a la izquierda, santa Inés, fácilmente identificable por el cordero que lleva sobre su brazo izquierdo; la del lado derecho,  tan solo lleva por atributo un libro por lo que no se puede identificar con precisión, tal vez se trate de santa Anastasia... A las dos figuras les falta la corona o la palma del martirio que presumiblemente llevarían en la mano del brazo extendido".  Para el Prof. Vaquero, podrían representar "a San Juan Bautista, la de la izquierda, que porta el Agnus Dei; y la de la derecha, a San Juan Evangelista con el libro de los Evangelios en la mano".

Ángeles y doncellas



Imagen lado derecho

Imagen lado izquierdo

Sentados sobre la cornisa del podio y del entablamento aparecen esculturas de dos bellos ángeles adultos. Uno sostiene una ermita que podría ser la de San Julián de Pereiro, y el otro, una torre.

Ángel con la ermita de San Julián de Pereiro



Ángel que porta una torre

La parte superior el retablo se corona con un gran copete de hojarasca sostenido por dos ángeles, donde se halla enmarcada la venera alcantarina. 


Venera: Insignia que los caballeros de las órdenes militares llevaban colgada al pecho.



Cuatro grandes columnas separan las calles del retablo. Están profusamente recubiertas por guirnaldas de frutas, telas colgantes, cabezas de serafines y bellos niños.






Detalle del fuste de la columna donde se aprecia un bello niño, una cabeza de querubín, unas telas colgando y racimos de frutas.


Las columnas se asientan sobre repisas adornadas con hojarasca, entre las que van dos puertas de acceso al camarín.


Repisa donde se asienta la columna



Repisas y puertas de acceso al camarín


En las calle laterales, sobre repisas, van esculturas que se muestran en una hornacina cobijadas por un arco de medio punto y pilastras con decoración botánica. Se remata con un ostentoso coronamiento formado por repisa, tarja y floresta en la que también se asoman cabezas de querubines.



Imagen y hornacina de la calle lateral. 



Detalle remate hornacina de las calle laterales.


En el lado del evangelio va la figura de San Benito y en el de la epístola San Bernardo; ambas imágenes presentan buena factura y están policromadas. Tienen un báculo en su mano derecha y visten los hábitos de las Órdenes a las que pertenecían. El hecho de que las imágenes de estos dos santos se encuentren en este retablo, obedece a la relación que los freires de la Orden de Alcántara tuvieron con la Orden del Císter, con la observancia de la Santa Regla benedictina y con la construcción de la iglesia. 


San Bernardo de Claraval








San Benito de Nursia





El retablo acoge otras esculturas: situadas sobre las repisas del cuerpo bajo que son idénticas a las que soportan las columnas; en el lado del evangelio, San Joaquín y, en la de la epístola, San José.



San José







San Joaquín, padre de la Virgen







La imagen de San Joaquín estaba acompañada por otra que representa a la  Virgen Niña y que fue retirada, posiblemente cuando se restauró el retablo en el año 1995, y se encontraba colocada en el retablo de la capilla del Sagrario. 


Retablo de la capilla del Sagrario. En la hornacina superior la Virgen Niña


Don Antonio Campos García, el párroco actual de Santa María, ha devuelto a su sitio original la imagen de la Virgen Niña, recomponiendo  el conjunto que representa a San Joaquín dándole o llevando de la mano a su hija María.


San Joaquín y la Virgen Niña


Virgen María cuando era niña



Contrapicado del retablo



Finalizo este post con la siguiente fotografía del Catalogo Monumental de España de José Ramon Melida  realizada a principio del siglo XX (1914-1918), en la que se pueden apreciar  varios cambios en el retablo con relación a como se encuentra en la actualidad: 

La Virgen que está en el camarín es la imagen que se quemó parcialmente en el incendio que se produjo el 15 de agosto de 1948 y que fue sustituida por la actual. 

La  Virgen Niña se encuentra con San Joaquín. A su izquierda, dentro de la calle lateral se observa la imagen de San Pedro que hoy está expuesta en el retablo de la capilla del Sagrario.

En la calle de la derecha y a la misma altura que la anterior hay otra imagen que desconozco de cual se trata.





Delante del zócalo se observa un amplio altar con dos imágenes de vírgenes, dos cuadros y en el centro el sagrario. En aquella época el sacerdote oficiaba la misa y demás actos religiosos de espalda a los fieles.











El retablo fue restaurado por la empresa Decolux entre el 26 de septiembre de 1994 y el 14 de febrero de 1995.



Bibliografía consultada:

CARRASCO MONTERO, Gregorio. "La Catedralina" de Santa María de la Asunción. Edición Edilesa

VAQUERO VÁZQUEZ, José Luis. Santa María de las Brozas. Sede religiosa de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara. Tesis Doctoral Universidad de Extremadura. Facultada de filosofía y Letras. Departamento de Historia del Arte. Año 1996

TORRES PEREZ, José María.  Bartolomé de Jerez y Luis Salvador Carmona en el Retablo de la Iglesia Parroquial de Brozas (Cáceres).  Revista  Norba-Arte. Año XVI (1996) .Pag. 393-400.  Ed. Universidad de Extremadura.

Agradecimientos:

A  D. Antonio Campos García, párroco de Santa María,  por la  facilidades dadas para realizar  el reportaje fotográfico y a D. Ángel Fernández Rodríguez por acompañarme durante la realización del mismo.





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